La primera vez que leí la expresión simplemente no entendí, tuve que volver hacia atrás y hacer un esfuerzo de interpretación. Me refiero al uso de ‘mismo’ como un pronombre relativo. Les doy un ejemplo :
“Artículo 4o.- La Junta Directiva, es el máximo órgano de gobierno del CECyTEG, la cual se integra de conformidad con lo dispuesto en el Decreto, mismo que establece las facultades que a ésta le corresponden”.
Se trata de una publicación en el Diario Oficial del Estado de Guanajuato, México.
Pero la primera vez que leí este uso fue en un blog salvadoreño. Me llamó la atención, luego lo volví a encontrar en un artículo de un matutino nacional, redactado por un abogado y la tercera vez en otro blog que anima un abogado. Pensé que se trataba de una expresión de la jerga jurídica. Pero poco a poco mi curiosidad fue creciendo. Quise averiguar si se trataba de algo estrictamente salvadoreño y de la la jerga señalada. Resulta que he encontrado ejemplos, muchos ejemplos en decretos de casi todos los Estados de México, en algunos escritos de Guatemala y pocos, muy pocos de El Salvador. Al parecer se trata de un giro que se va imponiendo a partir del lenguaje jurídico mexicano.
Ayer domingo lo he leído en otro blog salvadoreño, pero esta vez no se trata de un abogado, ni de un texto jurídico. Me pareció como una verruga en un texto bastante poético.
La palabra ‘mismo’, lo dice claramente el diccionario académico, es un adjetivo y no un pronombre relativo. Su significado se puede explicitar de la siguiente manera : « este adjetivo se aplica a un nombre para expresar que la cosa designada por éste es una sola en distintos casos ». Es como lo hace María Moliner en su Diccionario del Uso del Español. La entrada del diccionario es relativamente extensa, sin embargo no aparece en ningún momento la posibilidad de usar esta palabra como un pronombre relativo. Me he preguntado ¿qué ha motivado este uso? Pues un simple “el que” o “el cual” expresan a perfección lo que quieren decir quienes transforman sin necesidad un adjetivo en pronombre.
Por otro lado, me parece que se trata de un uso poco elegante, que confunde y oscurece la expresión.