Un vals vienés en marimba
es un vals y no lo es.
Como una pena
bien puede caer en el fondo
como en el fondo caen las piedras
pero mi pena
¡Ay! Cuando yo quiero hablar de mi pena
es un tetunte que retumba en mi tapesco.
Y si te digo que mi pena
es un negro tren que abre heridas en mi pecho.
Es una pena en jean’s
que un tenguereche se ha perdido en una acacia.
Pero el vértigo de un tenguereche
                                               sólo
                                   florece en una ceiba.
es una pena en huipil.
            Porque los Progenitores, los Creadores
                                   y los Formadores
            en la oscuridad
            cuando faltaba poco para que el sol
            la luna y las estrellas aparecieran
            sobre Ellos
            en esa oscuridad materna
            reunidos, congregados en consejo
            cuando aún ignoraban qué entraría en la carne
            de los hombres
            y estaban suspendidos en el péndulo
            del presente absoluto
               Ellos Tepeu y Gucumatz
                tuvieron noticia
                de las mazorcas amarillas y de las mazorcas blancas
Nuestro dolor nace de la tierra
y se desgrana
nuestras manos son cunas que tiemblan
brotan de la grama
y descubren de nuevo la tiniebla
el maíz se desangra
Y nuestra tierra es hermosa
abundante en mazorca
    amarilla        blanca
Y hay sabor en nuestra sangre
        de zapotes y de nisperos
        de jocotes, de anonas, de nances
                de cacao y de miel
Somos del pueblo de Paxil y de Cayalá
Así lo han dicho
                    De maíz amarillo y de maíz blanco
                                se hizo su carne
                    de masa de maíz se hicieron
                                                                                        los brazos
                    de masa de maíz se hicieron
                                                                                        las piernas
                    Sólo fueron hechos y formados
                    por obra de encantamiento
                    No conocieron vientre
                                            no eran de tierra
                    Sólo por prodigio
Y cuando en Ciguateguacán
    al borde del Tecana
    la vida metía
    saltos de rana en mi pecho
    y el tiempo
    ¡Oh! cascabel de mis ensueños
    se arrastraba lento
    sin encontrar su círculo
    ni piedra fresca
    ni tronco de cedro
    y se refugiaba en el sabor
    agridulce de un tamarindo
    en sombra
    para poder dejar sus horas
    en zompopero negro
Entonces en Ciguateguacán
    al borde del Tecana
    fui hecho fui formado
    sólo por prodigio
    por obra de encantamiento
    y mis ojos tocaron
    y agarraron las cosas
    mi mano sintió
    el perfume del clavel
    y fue ahí donde mi alma
    dio sus más fuertes
    caitazos de inocencia
  

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